lunes, 13 de octubre de 2008

Gusto auditivo

Durante años, siglos e incluso desde que el hombre es un ser, la música ha estado presente en nuestras vidas… ya que es la fuente de expresión más usada en el mundo o mejor dicho, es el canal de sensaciones, mejor empleada, es la desconexión de este mundo, generador de otro, el motor capaz de impulsar, tanto a masas, como provocar un estado de éxtasis o catarsis individual.

Si quisiera recapitular los momentos en los cuales una simple melodía me ha hecho subir y bajar, hacerme paralizar, quitarme la respiración, el querer llorar sin razón, serían muchas, pero aquella que calo hondo, fue cuando escuche, así por casualidad, aún lo recuerdo. Yo estaba recostada en mi cama, era un día de verano, de esos en que el calor es tan intenso que adormece hasta el más ínfimo sentido, estaba escuchando de fondo la radio, cuando percibí una voz femenina, suave, fuerte, profunda, ¡Guau, que voz! Me dije, quedé con los pelos de punta. Por lo que me paré rauda de mi cama a la espera de un nombre, me quede atónita con el power de esa canción. Entonces aguarde hasta que el locutor dijera el nombre, esperaba ese nombre, para poder buscar sobre ellos, pero nada, el locutor no dijo nada, sólo “nos vamos a una tanda…” ¿tanda? Y qué paso con el nombre de ese grupo, que se escuchaba tan bien. Después de una semana con la melodía en mi cabeza, no quería dejarla escapar, y me propuse un objetivo; escuchar todo el día radio, hasta obtener ese maldito nombre que ya me tenía obsesionada. Parece que lo que más cuesta es lo que más aprecias y conservas. Hasta hoy alucinó con cada albúm, con cada canción y letra, que sacan al mercado. De hecho he estado en los tres últimos recitales y a la grabación de su DVD en chilito… espere deseosa y pues lo obtuve, The gathering…

Quizás estaba tan empecinada a creer y sentir, que me invente un corazón Me invente un universo, una historia. Quizás solo fue un escape, u...